¿Cuándo es beneficioso el castigo físico a los hijos? ¡Nunca!

“No llores, que me duele más a mí que a ti”… Todos hemos oido, o quizá, dicho esta frase en algún momento. Cuando nuestro hijo se descontrola no es complicado que pueda llegar a desesperarnos y, ante la impotencia de no poder calmarlo o suavizar su berrinche, optemos por darle un azote “por su bien”.
Sin embargo, lejos de ser una buena opción disciplinaria, este tipo de castigos ocasionan más perjuicios que beneficios: un reciente estudio efectuado por las universidades de Texas (Austin) y de Michigan, que analiza los datos recogidos en un periodo de 50 años en 75 investigaciones con una muestra de 160.000 niños, concluye que los azotes están asociados a una mayor probabilidad de desarrollar conductas desafiantes hacia los progenitores, de exhibir comportamientos antisociales y de sufrir problemas psicológicos, entre otros. Para el análisis, se desechó el abuso físico grave. “Los azotes no solo duelen cuando se dan, sino que su efecto es prolongado en el tiempo”, aseguran los autores del estudio, de las universidades de Texas (Austin) y de Michigan.
La violencia engendra violencia
Los investigadores analizaron un total de 75 informes, 39 de ellos nunca habían sido evaluados con anterioridad, y la muestra total fue de 160.927 menores. “El 99% de los resultados asociaba los azotes con un resultado perjudicial para el pequeño”, continúa la investigación.
Entre estos perjuicios están:
- La baja autoestima.
- El carácter introvertido.
- Diversos problemas de salud mental.
- Tendencia a relaciones negativas padre/hijo.
- Deterioro de las habilidades cognitivas.
- Mayor riesgo de padecer abuso físico por parte de sus progenitores.
Hay que tener muy en cuenta que los niños, por naturaleza, aprenden a comportarse observando e imitando a sus padres, ya sea para bien o para mal. Por lo tanto, es responsabilidad de los padres dar un ejemplo de empatía y sabiduría.
Fomentar la comprensión, no la represión
¿Qué hacer, entonces? La Asociación Americana de Pediatría ofrece los siguientes consejos:
- Póngase en el lugar de su hijo. Usted debería ser consciente de sus límites. Tal vez lo que usted entiende como mala conducta, puede ser, simplemente, que el pequeño no entienda la diferencia entre bien o mal o no pueda hacer lo que usted le demanda.
- Piense antes de actuar. Si necesita respirar cinco segundos, hágalo. Luego actúe y cuando siente una regla sea consecuente y cúmplala hasta el final.
- No ceda. Si su pequeño llora en el supermercado porque quiere caramelos, no se los dé para parar el llanto, aunque sea fuerte. Si no, la proxima vez su hijo actuará de la misma manera. Que no nos pueda el cansancio.
- Cree rituales que los pequeños entiendan. A los niños les facilita mucho saber lo que va a ocurrir después. Si saben que hay una hora de tele, no se debería superar ese tiempo nunca. “Romper la rutina hace que muchas veces los niños se aprovechen y nos pongan a prueba”, aseguran los expertos.
- Preste atención a los sentimientos de su hijo. Intente buscar patrones que se repitan y así será capaz de reconocer lo que le dice su hijo y actuar en consecuencia.
- Aprenda de sus errores. “Si no consigue controlar bien una situación, no se preocupe por ello”, aseguran desde el organismo. “Intente pensar como lo habría hecho de otra manera y trate de hacerlo mejor la próxima vez”.
- Pida perdón. Si siente que se ha equivocado, discúlpese. Hacerlo mejorará la relación con su pequeño y crea un modelo de actuación.
Como indica el educador John Holt, “cuando atemorizamos a un niño, paramos en seco su aprendizaje”. Un niño a quien se golpea se concentra en sus sentimientos de ira y venganza, y así se pierde la oportunidad de aprender métodos más efectivos de resolver problemas. Por lo tanto, un niño golpeado aprende muy poco acerca de cómo manejar o prevenir situaciones similares en el futuro.
En 29 países del mundo es ilegal pegarle a un niño y en 113 países se prohíbe el castigo corporal en las escuelas.
Fuentes:
http://elpais.com/elpais/2016/05/01/actualidad/1462120551_804523.html
http://pediatrics.aappublications.org/content/pediatrics/101/4/723.full.pdf
http://escueladepadresprimerizos.com/blog/10-razones-para-no-golpear-a-los-ninos/